martes, 7 de agosto de 2018



Bendeciré al Señor con toda mi alma; bendeciré con todo mi ser su santo nombre.  Bendeciré al Señor con toda mi alma; no olvidaré ninguno de sus beneficios.  Él es quien perdona todas mis maldades, quien sana todas mis enfermedades,  quien libra mi vida del sepulcro, quien me colma de amor y ternura,  quien me satisface con todo lo mejor y me rejuvenece como un águila.
Salmos 103:1‭-‬5 

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