viernes, 3 de agosto de 2018



Yo sé que mi defensor vive, y que él será mi abogado aquí en la tierra.  Y aunque la piel se me caiga a pedazos, yo, en persona, veré a Dios.  Con mis propios ojos he de verlo, yo mismo y no un extraño.
Job 19:25‭-‬27 

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