sábado, 18 de agosto de 2018



Tenían las puertas cerradas ( los discípulos) , pero Jesús entró, se puso en medio de ellos y los saludó, diciendo: 
¡Paz a ustedes!  Luego dijo a Tomás: 
Mete aquí tu dedo, y mira mis manos; y trae tu mano y métela en mi costado. No seas incrédulo; ¡cree!  Tomás entonces exclamó: 
¡Mi Señor y mi Dios!  Jesús le dijo:
¿Crees porque me has visto? ¡Dichosos los que creen sin haber visto!
San Juan 20:26‭-‬29 

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